Wednesday, August 29, 2007

El arte en Salta, un territorio sagrado

Por: Laura Feinsilber para Ambito Financiero, 14 de septiembre de 2007

La muestra conjunta de Juan Batalla, Dany Barreto y Mariano Cornejo se titula «Territorios sagrados». Sagrado es lo que cada uno de ellos ejecuta porque así es la actitud con la que se han volcado hacia el arte y que se expresa a través de individualidades bien marcadas. Sagrado siempre fue el territorio de Juan Batalla (Buenos Aires, 1967), desde sus efímeras acciones en la arena que remitían a deidades africanas, las relaciones entre la contemporaneidad y la religiosidad popular, el sincretismo religioso en Latinoamérica, fruto de sus investigaciones que también están plasmadas en libros de la Colección Arte Brujo, hasta sus actuales esculturas, relieves e instalaciones.

No importa descubrir que el material que utiliza recortes de neumáticos de bicicleta carezca en sí mismo de aura alguna, lo que importa es cómo Batalla ha logrado dotarlo de magia, empezando por el negro ominoso, la composición de los fragmentos que se entrecruzan en una suerte de trama compacta, o la elección de formas como el círculo, símbolo de la perfección o la eternidad. Entre las obras destacamos «El Bosque de los Ancestros», instalación de medidas variables, compuesta por aros que sostienen un determinado número de tiras, un conjunto espectral enfatizado por la adecuada iluminación.

Dany Barreto (Buenos Aires, 1966), investiga acerca de un arte que en la calificación de cierta crítica es considerado «arte bajo». Se trata de los altares populares, verdaderas instalaciones realizadas por los devotos a sus santos populares, un ejemplo de ello es el «Gauchito Gil», que se encuentra a la vera de los caminos y que entra dentro de la categoría del kitsch, de lo sentimental y hasta del mal gusto pero que ostenta el carácter de auténtico.

Barreto elabora esta situación, no sin ironía, también con ternura, apelando a la iconografía de este santo popular, exacerbando el rojo dominante a través de texturas brillosas y esmaltadas. Otras imágenes religiosas están rodeadas de velas u otros símbolos fetichistas con los que se los venera y los hace entrar en el campo de la estética.

Salta es territorio sagrado para el salteño Mariano Cornejo (1962), artista de vasta trayectoria que ha invitado a los artistas mencionados a compartir la nueva sala del MAC (Museo de Arte Contemporáneo) cuya directora, Otilia Carrique, desarrolla una intensa y selectiva difusión de artistas tanto salteños como provenientes de otras regiones de la Argentina.

Cornejo pinta «paisajes». En ellos no se encuentran árboles, montañas, caseríos pero sí la luz, la textura de la piedra, la aridez y el polvo, la visión de algunos verdes desde lo alto de la montaña, el eco de los cascos de los caballos para subir hasta la cima, el tiempo detenido, el silencio.

También exhibe sus muebles escultura absolutamente originales y destacamos la obra que da título a la muestra realizada en conjunto, 405x 100cm (2007) en la que a manera de altar los tres ofrendan sus capacidades artísticas.

En otras salas del MAC se exhiben las muestras de Silvana Merello cuya imagen es el complejo y sutil tratamiento del color, de Alfredo Muñoz y su visión del paisaje desértico en divisiones horizontales, a la manera de capas geológicas, y María Cristina Abraham que reunió a un grupo de hombres unidos por diferentes grados de marginalidad, quienes a través de la fotografía, la escritura de poemas, dibujos sobre cartón, las remeras con inscripciones o la artesanía provocan la reflexión sobre la función del arte.

Salta, además del turístico, vive un boom artístico con la inauguración de una feria de arte, la nueva galería Mamoré, la muestra de la Colección Goretti de Arte Precolombino y la instalación de «La Doncella» en el Museo Arqueológico de Alta Montaña (MAAM). Este espacio fue proyectado para albergar a los niños incas hallados en 1999 en la cima del volcán Llullaillaco a 6730 m. de altura junto a más de ciento cincuenta objetos que componen su ajuar. Hoy, este museo modelo dirigido por el Arquitecto Gabriel Miremont, muestra este cuerpo intacto de 500 años de existencia, cubierto por una túnica color tierra y sus pies calzados con una base de cuero y un tejido en la parte superior. «La Doncella» está sentada, dormida. Una presencia que estremece así como la historia ya que los « capacochas» eran seleccionados por la nobleza andina y ofrendados por sus mayores como mensajeros de los mortales a los dioses. Está ubicada en un recinto de cristal a 18° bajo cero sobre una base de criopreservación a 30° bajo cero y en la penumbra con fondo de instrumentos de viento y un relato en quechua.

Desde el sitio www.maam. org.ar se puede ingresar al Museo para hacer un recorrido digital por sus instalaciones y colecciones donde se presentan imágenes exclusivas de este hallazgo que aún despierta polémicas y controversias respecto a su traslado.

Laura Feinsilber






Sabado 1 de septiembre. Mientras viajabamos hacia Salta por la ruta 34 nos fuimos cruzando con muchos altares, sobre todo del Gauchito Gil y algunos de la Difunta Correa.
Hace tres años que no hacia esta ruta y es increíble la cantidad de altares que se sumaron.
El Gauchito está muy popular y sus devotos muy creativos.


Sabado 1 de septiembre. Gauchito Gil en la ruta 34, km 233, pcia de Santa Fe. Este altar del Gauchito tiene una reunión especial de entidades, lo acompañan una Pomba Gira, San La Muerte, Jesus y la Virgen María. Foto: Dany Barreto


Sabado 1 de septiembre. Gauchito Gil en la ruta 34, km 233, pcia de Santa Fe. Mariano y Dany en un fundido encadenado con el Gauchito Gil y Jesus. Foto: Dany Barreto

Sabado 1 de septiembre. Gauchito Gil en la ruta 34, aproximadamente km 280, pcia Santa Fe. Foto: Dany Barreto


INAUGURACIÓN JUEVES 6 DE SEPTIEMBRE DE 2007



MAC museo de arte contemporáneo – Zuviría 90, Salta –
0387- 4370498 – macsalta@edusalta.gov.ar
macsalta@arnet.com.ar
www.salta.gov.ar/mac





Territorios sagrados

Antes que todos los demás hombres que podamos imaginar.
El primer legado material que tenemos por parte de nuestros más lejanos ancestros es el producto de la ejecución de acciones artísticas sobre la geografía. Desplazando o tallando piedras, dibujando rocas. El resultado de ese accionar resulta aún hoy hermético, sobrecogedor. Y surge la duda de si tendrían ellos la voluntad de provocar la relación con un orden diferente, o acaso habrían actuado en reconocimiento a una sacralidad tangible.
Miles de años después mantenemos un vínculo con aquel misterio, aunque desconocemos si se trataba de una invocación, de una celebración de lo dado, o quizá de ambas cosas a la vez.

Un territorio puede ser visto a través de una foto, de un plano; mediante un sobrevuelo, o alguna otra posible vía que admita una perspectiva abarcadora. Pero ni siquiera nuestra vastísima pampa despojada de obstáculos admite que nos baste la mirada o el entendimiento para alcanzar esta otra relación con el terreno.
Sólo el recorrido mismo será capaz de asentarnos, de fundir el espíritu en un espacio que, a partir de entonces, podrá designarse como sagrado. No por ignorancia de que no es humano aquello que imbuye de sacralidad a otro ente. Sino por, justamente, ser cierto gesto el que permite saberlo, tomar consciencia de ello.
Ese gesto variará: puede ser el que otorga el paso desde lo alto de una montura; o el de la acción en el taller; o aún aquel contemplativo y despojado de evidencia. La relación entre ellos representa la formación de un otro territorio, uno que nace de una búsqueda, y termina por asumir la forma de la creación artística. Humano artificio. Que no presupone un fenómeno aurático por sí misma, pero cuya persistencia al menos tensa cuerdas propiciadoras de otros planos del ser.

Juan Batalla



Mariano Cornejo, Juan Batalla y Dany Barreto con la obra realizada en conjunto, " Territorios Sagrados" (405 x 100 cm, técnica mixta, año 2007)

1 comment:

Herminda said...

Caballeros:
Mis mejores deseos para este trabajo en equipo. Que lo disfruten!!
Y espero que suban más imágenes del trabajo que hicieron juntos.
Besos.